Recientemente se ha conocido la dimisión de Emilio Pinto Rodríguez como presidente de la Fundación O’Belen así como el cierre del centro de menores de Nuestra Señora de la Paz en Villaconejos. Dos pequeñas victorias parciales en la larga lucha contra la reclusión.
La caída de Emilio Pinto Rodríguez y el cierre definitivo del centro “Nuestra Señora de la Paz” suponen dos victorias que nos ilusionan en la lucha contra la reclusión, la explotación y el maltrato a los chavales y chavalas más desfavorecid@s.
Muchas felicidades a todas las personas solidarias que colaboran en esta lucha:
L@s chavales que han tenido la valentía de denunciar el maltrato que sufrían.
L@s solidar@s que se han manifestado en distintos puntos de la península, quienes han boicoteado actos de O´Belén, quienes han actuado contra los intereses económicos del entramado, l@s que han investigado, l@s que han distribuido información, los colectivos de contrainformación… quienes han puesto su esfuerzo, su tiempo y sus ganas para acabar con el negocio del maltrato.
L@s trabajadores (ex-educadores, funcionari@s, personal de servicios) que han dado testimonio y veracidad a las denuncias de adolescentes y niñ@s. ¡Queda mucho por hacer!
La caída del presidente
Emilio Pinto ha sido hasta ahora la cara de la Fundación O´Belén; presidente desde su constitución, no ha dudado en defender sus métodos ni en hacer ostentación de los beneficios económicos que le reportaban la reclusión y “reeducación” de chicos y chicas “antisociales”. Ex- concejal del PP en Sigüenza y diplomado en magisterio, se hacía pasar por “terapeuta” y empleó decenas de contactos empresariales e institucionales en consolidar el entramado económico y político que es hoy “O´Belén”. La fundación facturó el año pasado oficialmente 18 millones de euros, a los que hay que sumar activos inmobiliarios, servicios externos y todo tipo de movimientos económicos opacos. Pinto pierde su negocio tras dos años siendo desenmascarado socialmente, y se despide en la web con una carta cuya lectura recomendamos, pues deja claro que Pinto se niega a reconocer no ya los maltratos que se producen en los centros que regentaba, sino incluso los suicidios y las muertes ocurridas bajo custodia de O´Belen.
El centro de Villaconejos
“Nuestra Señora de La Paz” ha sido uno de los primeros centros gestionados por O´Belén. Ubicado en un antiguo convento cedido por el Obispado, el centro recluía a chicos y chicas que habían cometido algún delito (generalmente contra la propiedad o supuestas agresiones intrafamiliares) y a chavales en régimen de “protección”: adolescentes y niñ@s cuya tutela corresponde a los servicios sociales por ser huérfan@s, estar sól@s o haber sido presuntamente maltratad@s por su familia de origen. En Villaconejos se producían las mismas violaciones de los derechos humanos denunciadas en otros centros del entramado O´Belén tanto por colectivos sociales como por el Defensor del Pueblo:
Medicación forzosa (principalmente sedantes y antipsicóticos)
Aislamiento, agravado por el uso de celdas de “privación sensorial”, empleadas por periodos de hasta 168 horas en el caso de los chavales que cumplían medidas judiciales. Según testimonios de los propios adolescentes, muchas veces tenían que defecar y orinar en el suelo de la propia celda.
Violación del derecho a la intimidad: desnudos integrales, lectura de cartas, escucha de llamadas.
Trato vejatorio: imposibilidad de contacto físico (abrazos, palmadas, caricias) entre los reclusos, insultos, humillaciones, etc.
Violencia física: agresiones desproporcionadas por parte del personal ante supuestos “ataques” de los chavales o infracciones del reglamento interno.
El centro de Villaconejos sumaba a las lamentables condiciones propias del entramado O´Belén, una ubicación aislada en una zona rural, que evitaba posibles fugas y dificultaba enromemente cualquier visita de familiares o amig@s de l@s chavales.
Extraido de Klinamen
jueves, 8 de octubre de 2009
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