lunes, 21 de septiembre de 2009

Comunicado desde la cárcel de San Michele [Italia ]

Carta de Sergio y Alessandro desde la cárcel de San Michele [Alexandría - Torino]

Escribimos a l@s compañer@s desde la cárcel de Alessandria y lo hacemos ahora porque antes nos habían denegado la posibilidad de comunicarnos con el exterior. Hasta ahora la censura permanece pero, al menos, recibimos algún mensaje de compañerxs. Somos prisioneros por causa de la reciente operación Shadow y por enésima vez nos vemos acusados, junto a otrxs 40 compañerxs, gracias al 270 bis.

A nosotros se nos acusa, además, del robo de un coche y de atentado al transporte público con el agravante de terrorismo. Todo empezó por una parada aleatoria en marzo del año pasado. Íbamos en un coche robado por lo que se nos puso una denuncia por robo pero ni si quiera nos arrestaron. No nos interesa en este momento dar detalles sobre la investigación pues siempre habrá tiempo para hablar de montajes o cosas similares y afortunadamente ese tiempo lo desperdiciarán los abogados. Entonces, quien pretenda encontrar aquí prensa amarilla o rosa que vaya a preguntar a otro sitio.

Nuestra única prioridad es mandar un fuerte abrazo cómplice a nuestr@s hermanos y hermanas que están denunciadas por lo mismo. Asegurarles que estamos tranquilos, siempre con la cabeza alta y entusiastas, a pesar de las circunstancias, por haber tenido la posibilidad de abrazar a varios compañeros y de haber podido conocer en persona a algunos con los que, gracias a la represión podíamos comunicarnos solo por carta. Y sobre todo, aclarar que nuestra posición es que somos prisioneros de una guerra que hemos abrazado con felicidad.

De nuestra parte no hay sorpresa, estupor ni interés sobre la respuesta represiva del poder. Nuestra única esperanza ahora es ser capaces de continuar como componentes activos en la lucha, pese al aislamiento y la pasividad con la que nos quieren neutralizar. Visto que el poder no hace nada distinto de aquello que nosotros, antiautoritarios, esperamos, nos toca reencontrar la capacidad de no defraudar las expectativas del enemigo.

El único “rasca y gana” que puede regalarnos la felicidad es el de la cerilla con la que iniciar la llama de la revuelta.



Alessandro Settepani
Sergio Maria Stefani

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